Facu Bein

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Pertenece a la generación sub 20 de actores del off porteño. En El Desguace es docente y organiza los viernes por la noche el ciclo de Varietales, funciones interdisciplinarias a la gorra.
“Hace casi veinte años que vengo a hacer teatro acá”, bromea el joven actor Facu Bein, criado en Boedo. Es que entre risas evoca sus inicios en la actuación, bien de niño. Estudió en el mismo lugar donde hoy se emplaza El Desguace.
Las volteretas de la vida hicieron que ya de adolescente, cuando definió que quería ser actor, empezara a estudiar en el IUNA (Instituto Universitario Nacional de Arte) y pasara a integrar El Desguace, cuando en sus inicios era una compañía itinerante.
Hace más de un lustro, El Desguace sentó cabeza en México y Colombres, ahí donde Bein años atrás había dado sus primeras prácticas. “Tengo una identificación muy fuerte con el lugar”, define ahora.
Asimismo, implicó un cambio positivo en su vida la vuelta a Boedo. “Había actuado, tenía objetivos, pero todo se potenció con este lugar. Con tener la posibilidad de mostrar durante temporadas largas nuestras obras. Somos cooperativas teatrales”, expone satisfecho con el proyecto teatral. “En el espacio consideramos la función social que cumple un teatro de barrio”, asegura.
“Es una experiencia enorme. Día a día cada cosa que agregamos es en avance permanente. Se ve como avanza cada vez más público. El teatro tiene actividad en crecimiento”, se enorgullece y añade: “Es una alegría por el hecho de estar desde el comienzo, ves el proceso. Antes no me imaginaba estas obras que hicimos, mismo la oportunidad de empezar mi actividad docente”.
Ahora, con 23 años y una vasta experiencia a cuestas, en El Desguace es un jugador de toda la cancha.
Por un lado, da un taller de comedia musical frente a más de una veintena de niños. “Es un espacio de intercambio ya que nosotros como docentes también aprendemos, buscamos apuntalar y motivar los procesos creativos y artísticos de los más chicos”, cuenta al respecto.
Por el otro lado, está al frente como productor de las varietés que se hacen los viernes a la noche. Es un encuentro multidisciplinario de música, teatro, experimentación y brindis con copas de vino bien en alto.
Bein lo define como el “espacio joven” de El Desguace y amplía: “Las “Varietales” son una idea que surgió este año como reformulación del proyecto de 2013 que era “Varieté Detonante”. Lo cargamos de impronta y estética relacionada con el vino”.
“La idea es rescatar la comunión del artista con el público, el encuentro tangible de persona a persona sin nada que lo mediatice. El vínculo, la unión de personas, público y artistas, me llevó a pensar en el vino, es una bebida que históricamente cumple esa función y en relación a eso surge el nombre Varietales”, señala.
“Son casi dos horas de números breves y de distintas disciplinas. Hay artistas que son permanentes. Lo interesante de la propuesta es que hay funciones distintas. Hay artistas que se repiten, pero con distinto repertorio y otros que cambian permanentemente. Así logramos generar una concurrencia de público permanente”, asegura.
“Me interesa ofrecer el espacio a personas que no están consagradas y que tienen un trabajo de investigación, buscamos números estén haciendo prueba”, refiere y destaca a las varietés como espacios donde desde un escenario abierto se llame a “la búsqueda artística” en compañía y acompañamiento del público.
¿Con qué se encuentra el público? Bein responde: “El que viene lo esperamos con una copa de vino en nuestro patio bar y tenemos charanguista, Julián Goldman, que ameniza la llegada mientras hace la previa y luego él alterna temas solo y otros que hace a dúo con la vocalista Valentina Durante. Ellos hacen la apertura con repertorio folclórico clásicos y luego hay músicos invitados”.
“La gente pasa a la sala donde hay proyecciones durante el acomodo del público. Es trabajo de realizaciones audiovisuales de Retinto Producciones Audiovisuales, es bien multidisciplinario. Son cortos y video clips. Después viene la parte de varieté. Con un presentador y cuatro o cinco números que no pasan los diez minutos que varían cada noche y tienen tinte en particular. Puede ser más tanguero, más de danza, a veces más de monólogos. Depende los invitados”, explica.
A futuro, Bein detalla: “Estamos satisfechos, vamos a seguir los cuatro viernes de junio con los varietales. Se van a continuar y cambian los formatos. Julio y agosto viene con unipersonales y luego un ciclo de cortos. Es todo un espacio donde está abierto a artistas jóvenes en distintos formatos”.
Entre su rol docente y en su búsqueda por nuevas voces, Facu Bein se consolida como uno de los nombres en el off porteño. En definitiva, un hallazgo boedense para seguir bien de cerca.

Juan Castro